domingo, 15 de marzo de 2015

ADAPTACIÓN DEL CUENTO DE LOS HERMANOS GRIMM: “El hombre de la piel de oso”



ADAPTACIÓN DEL CUENTO DE LOS HERMANOS GRIMM:
“El hombre de la piel de oso”


Había una vez hace muchísimos años en un país muy lejano una familia muy pobre compuesta por un matrimonio con dos hijos. No tenían apenas para comer así que, decidieron mandar al mayor de ellos, Elendil, a servir al Rey, ya que en aquella época era una de las pocas maneras de obtener algo de dinero seguro. Elendil era un muchacho fuerte y decidido y no tuvo ningún problema  en marcharse para conseguir dinero y sacar adelante a su familia.
Así fue como en un pequeño hatillo metió lo poco que tenía y se puso a caminar. Entró en el bosque, un bosque muy espeso. Después de mucho andar y no tener nada que comer sus fuerzas empezaron a fallar y se sintió muy  débil. Decidió sentarse a descansar en un árbol y cuando comenzaba a dormirse vio que ante él aparecía una extraña figura que poco a poco tomaba la forma de vieja encorbada con nariz aguileña y verrugas que decoraban su cara. Con voz tenebrosa  comenzó a hablarle:
Elendil ¿Estás cansado? Yo sé lo que buscas y te quiero ofrecer un trato. El chico no dejada de mirarla con los ojos muuuy abiertos, pues realmente el aspecto de aquella vieja era el de una auténtica bruja, pero como era un chico valiente le habló sin ninguna duda:
Habla bruja del bosque te escucho.
La bruja soltando una gran carcajada le dijo: Mi trato sólo te lo cuento si realmente eres valiente.¿Tú eres valiente? Le preguntó. Si, contestó el muchacho.
 Pues mira hacia atrás.
 Cuando Elendil comenzó a girarse vió abalanzarse hacía él un gran oso negro y sin dudarlo sacó su navaja acabando con él.
 Muy bien dijo la bruja, si que eres valiente y tocando con sus manos al oso, éste desapareció quedando sólo la piel.
Ahora te ofreceré el trato. Llevarás durante 7 años esta piel de oso, este anillo con una piedra preciosa y este traje mágico (el cual salió de uno de los bolsillos de su horrible vestido) cada vez que metas las manos en los bolsillos del traje mágico, sacarás un puñado de oro que será para ti. Pasados los 7 años me tendrás que devolver todo de nuevo menos el anillo con la piedra preciosa.
¿Y ya está? Preguntó Elendil con curiosidad.
 No, contestó la bruja, eso no es todo. Durante esos 7 años no podrás lavarte, ni cortarte el pelo ni las uñas, y no podrás quedarte más de una semana viviendo en el mismo sitio.
Pero ¿Y si no lo consigo preguntó Elendil? ¿Qué me ocurrirá?
 La bruja soltó otra carcajada aterradora y mirándole fijamente le dijo: Estarás condenado a servirme durante toda la eternidad. Pero si lo consigues serás libre y rico para toda la vida.
  Muy bien. pues acepto, dijo Elendil. Y después de decir estas  palabras la bruja desapareció volando en su escoba, dejando a Elendil con el traje mágico puesto, el anillo con la piedra preciosa y la piel de oso.
Así pasaron los días y Elendil sacaba de sus bolsillos mucho oro. Se compró una casita con tierras para cultivar un pequeño huerto, también ahorraba  y cuando iba por los pueblos ayudaba a todo aquel que no tenía dinero. Al principio la gente se lo agradecía y Elendil estaba muy contento porque ayudaba a los que lo necesitaban, pero cuando pasaron unos meses su aspecto se volvió horrible. Tenía enooooorme barba,  el pelo muy largo y muy sucio, las uñas se le arqueaban y el olor que desprendía era insoportable, la gente se alejaba en cuanto le veían aparecer y Elendil se sentía muy solo. Encontraba un lugar para dormir en las caballerizas donde descansaban los animales. Así fueron pasando los años y Elendil, siempre que podía, seguía ayudando al necesitado con el oro que sacaba de su traje mágico. Una noche en la que hacía muchísimo frío entró a descansar en un granero y escuchó llorar a un hombre. Antes de acercarse a hablar con él  le dijo que no tuviera miedo de su aspecto y que era un hombre bueno. Aquel hombre, que se llamaba Eomer,  le contó su historia: estaba desesperado porque no tenía dinero para mantener a sus dos hijas y a su ganado. Elendil sin dudarlo metió las manos en los bolsillos y le dió todo el oro que pudo a  Eomer. Éste se puso muy contento y para agradecérselo se lo llevó a su casa  y le presentó a sus dos hijas para que se casara con una de ellas. Sus dos hijas eran Melian la mayor y Ayla la pequeña. Al principio cuando vieron como era Elendil se asustaron mucho. Melian no salió de su habitación en toda la noche pero Ayla sin embargo agradeció la ayuda que le había dado a su padre y charló junto al fuego con Elendil. Durante aquella semana en la que Elendil vivió en la casa de Eomer , Elendil y Ayla se enamoraron. Cuando llegó la hora de partida  Elendil le dijo a Ayla que pasados dos años volvería a su casa a pedirle matrimonio y si ella estaba dispuesta vivirían juntos el resto de sus vidas. Ayla asintió con sus ojos chispeantes y Elendil  partió su anillo con una de sus uñas y le entregó la mitad de la piedra preciosa a la muchacha. A continuación  desapareció por el camino.
 Y así fue como finalmente pasaron los 7 años y Elendil volvió al bosque y buscó el árbol donde vio aparecer de nuevo a la bruja del bosque. Esta vez venía algo más enfadada ya que había perdido la apuesta y aquello no le hacía ninguna gracia. Miró a Elendil y sin decir nada, le quitó el traje mágico y la piel de oso. Cuando se disponía a montarse en su escoba Elendil la paró y le dijo que le faltaba devolverle su aspecto original. La bruja del bosque le tocó con uno de sus largos dedos y al momento Elendil volvió a ser el mismo (sin aquellos pelos taaaan largos, ni la barba ni las uñas, ni aquella suciedad que envolvía todo su cuerpo).
 Sin dudarlo cuando llegó al pueblo se compró un traje nuevo y un caballo blanco. Fue a su casa a ver a sus padres y a su hermano les dio un gran abrazo y mucho oro y a continuación se dirigió galopando hacia la casa de Eomer. Cuando llegó y llamó a la puerta Melian abrió inmediatamente, mostrando mucho interés por conocerle, pero cuando Ayla se dirigió hacia él Elendil no pudo evitar enseñarle su anillo con la mitad de la piedra y abrazarla sin parar de darle besos. Melian al verlos sintió mucha rabia pero como quería mucho a su hermana Ayla ,con el tiempo lo comprendió, y al final asistió a la boda de Elendil con Ayla, que vivieron para siempre muy felices.

FIN

La adaptación del cuento de los hermanos Grimm “Piel de Oso” la he realizado para niños de cuatro años. Teniendo en cuenta que los cuentos folcloricos de los hermanos Grimm son cuentos creados para ser contados y no leídos me parece una edad ideal para que la riqueza de su imaginación aporte todos los elementos narrados. Esta es la edad de la fantasía confabulatoria: a los niños les encantan los cuentos con transformaciones, el relato con escenas que se resuelven por magia, con niños que pierden el apoyo del hogar paterno, pero que finalmente, llegan a un desenlace feliz. En la adaptación del cuento he conservado la estructura de la historia y las enseñanzas que se desprenden de la lectura del mismo. En la adaptación cabe destacar:
-        He puesto  nombre a  los personajes principales. Ya que ayuda a seguir la historia y los hace más cercanos.
-       He cambiado la figura del demonio por la de la bruja. Porque el demonio se encuentra ligado al infierno y a toda una serie de aspectos que pueden provocar en el niño de 4 años más miedo que el que representa la bruja (personaje siniestro que a menudo aparece en relatos infantiles).
-      He eliminado como consecuencia de lo anterior las plegarías que pide el protagonista para rezar por su alma a Dios.
-  He resumido algunos hechos de la versión narrada en clase no relevantes. Como ej, el hecho de que el protagonista se encuentre con muchas personas durante su camino. Principalmente por el tiempo que dura el cuento y no alargarlo demasiado manteniendo así  la atención en los niños de 4 años.
-    He eliminado algunos hechos escabrosos: Al principio del cuento la parte en la que el  protagonista  es mandado a la guerra a pasar todo tipo de penurias y la parte en la que regresa a su hogar para encontrarse con que sus hermanos se han quedado con la casa y le dicen que se marche. Al final del cuento el suicidio de la hermana colgándose de un árbol, ya que no puede soportar la suerte de su hermana al casarse con el muchacho apuesto y rico.
-      He adaptado sobre todo el vocabulario a los niños de 4 años, no tanto las estructuras de las frases ya que está creado para ser contado y poder disfrutar imaginando.
-     He mantenido las enseñanzas que se van dando a lo largo del cuento con sus partes principales. Así:
    El protagonista tiene que pasar toda una serie de pruebas que le hacen mayor. Es el viaje iniciático. 
     Por muy desesperado que estés siempre hay una salida. 
    Y lo importante no es el aspecto exterior, sino como es  cada uno por dentro.
-    Sin olvidar las dos características que diferencian los cuentos de los hermanos Grimm y hacen idóneos sus cuentos para el público infantil: Una visión optimista muy marcada (ya que el enlace es casi siempre satisfactorio). Y un proceso muy sencillo de identificación con el héroe, que permite que el niño quiera convertirse en el protagonista. 

FUENTES CONSULTADAS

Grabación del cuento "El hombre de la piel de oso" narrado en clase por Irune.
 Moraleda, M. Psicología evoltiva. Editécnica. Madrid, 1988.






Análisis de "Pequeño Azul y Pequeño Amarillo". Leo Lionni







BLOQUE 1. Análisis de: “ Pequeño Azul y Pequeño Amarillo.”
                     Leo Lionni. (texto e ilustraciones)


FICHA BIBLIOGRÁFICA:

-         Título: Pequeño Azul y Pequeño Amarillo.
-         Autor: Leo Lionni.
-         Ilustrador: Leo Lionni.
-       Traducción: Pedro Ángel Almeida de Ocampo.
-         Editorial: Kalandraka. Ediciones Andalucía.
                                             Sevilla 2005. España.
- 1ª edición: Publicado en G.B. por Brockhampton Press, 1962.
Sencillez y armonía definen este libro-álbum en el que Leo Lionni realiza una propuesta estética minimalista y un ejercicio de abstracción capaz de sintonizar con la experiencia lúdica infantil. Constituye una metáfora sobre la amistad y la inocencia. Es sobre todo la ternura que el autor consigue transmitir con una economía máxima de recursos lo que me fascina y lo que me ha llevado a elegir el libro para realizar su análisis.

Pequeño Azul y Pequeño Amarillo (Little Blue and Little Yellow) es el primer libro para niños creado por Leo Lionni cuando éste tenía cuarenta y nueve años de edad. Según cuenta la leyenda, durante un viaje en tren el autor se propuso entretener a sus nietos contándoles una historia, para lo que utilizó trocitos de papel de colores como personajes. Lo cierto es que este libro es considerado uno de los pilares fundacionales del libro-álbum, y su innovadora propuesta estética no ha perdido, 48 años después, su sorprendente vigencia. No puede entonces dejar de llamarnos la atención la lentitud con que este clásico contemporáneo ha llegado a traducirse al español, hecho que podemos interpretar como falta de interés al menos desde la producción editorial en habla castellana, por uno de los autores más importantes de libros para niños circunstancia que se contradice con los numerosos premios recibidos por Lionni.

Leo Lionni nació en 1910 en Amsterdam, entonces la capital del diamante donde su padre, justamente, trabajaba como pulidor de diamantes y vivían modestamente en la buhardilla de un edificio de esos típicos de ladrillos y calles anchas. Una infancia en la que recuerda con intensidad a su tío Piet, que le hacía posar durante horas para sus dibujos y quien le puso en contacto con la bohemia y la creatividad que contrastaban con el trabajo de su padre. Su tío Piet, “fue su héroe” durante la infancia, que le hizo amar el arte, la pintura, el ambiente de los talleres. También por la música sintió gran interés debido a la profesión de su madre, una italiana cantante de ópera que frustró su carrera para casarse con un honorable judío comerciante de diamantes. De tal manera estaba Lionni imbuido en el arte, que cuando a los nueve años le preguntaron qué quería ser de mayor dijo con toda la convicción que pudo: “artista”. Y recuerda en sus memorias: “Arte era para mí una palabra con mayúsculas, pintura, escultura, canto, piano e incluía también la arquitectura. Artistas eran Le Faucconier, el tío Piet, mi madre, Van Gogh, Rembrandt, Berlage, Chagall – la persona que había pintado el calendario que colgaba en la cocina de la abuela Grossouws- y el copista del Rijskmuseum”. Otra de las pasiones de Lionni era el terrario de su habitación, donde alimentaba y cuidaba animales con el mimo que sólo pueden tener los niños que adoran coleccionar, observar, jugar con la naturaleza y sentirse parte de ella.
En su infancia, donde reinaba un gusto por el arte y donde no resultaba insólito que un muchacho como él hablara tres idiomas (además del holandés, francés y alemán), ocurrieron otros acontecimientos que marcaron sus recuerdos. Con la primera guerra mundial sus padres emigraron a Estados Unidos y él quedó al cargo de su abuelo y de un tío coleccionista de cuadros que le siguió cultivando en el arte y los artistas. Con doce años emigró él también a Estados Unidos donde debió adaptarse a un nuevo tipo de vida y a nuevas circunstancias: la depresión del 29, la Segunda Guerra Mundial y al impedimento de regresar debido a la persecución nazi en Europa.
Cuando, ya maduro, comienza a escribir para niños, regresa involuntariamente a ese mundo infantil que tanto le había marcado. Y así Lionni explica el sentido de sus cuentos infantiles con gran clarividencia remontándose a su infancia lejana: “Cuando niño, era un coleccionista apasionado de animales pequeños, especialmente reptiles. Los guardaba entre las paredes de cristal de un terrario, donde en una mezcla de orden y azar arreglaba arena y guijarros, musgos y helechos, para simular un hábitat natural. De hecho, estos pequeños paisajes que componía fueron las primeras metáforas deliberadas de mi vida como artista. Era capaz de crear mundos alternativos que creaba para mi propia contemplación. Eran sustitutos seguros, previsibles y estables frente a una realidad en constante transformación. Eran mi refugio contra el mundo incierto y hostil que me circundaba. Años más tarde comprendí que los protagonistas de mis cuentos son los mismos actores pequeños y silenciosos que a través de las etapas de mi infancia, encerrados en paredes de cristal, habían interpretado para mí la compleja ficción de azar y destino, naturaleza, artificio, vida y muerte”.
En todos sus libros, Lionni compone pequeñas e importantes fábulas que aleccionan sobre la vida, pero no para moralizar, sino para permitir al niño reencontrarse con su propio mundo y ofrecerle una alternativa segura. Resulta evidente que Lionni no ha creado sus fábulas por casualidad; es capaz de volver a la infancia para capturar y expresar los sentimientos de sus más tempranos encuentros con cosas y eventos. Esa mirada hacia la infancia que Lionni realiza con cada una de sus ficciones es, una vuelta a su propia infancia, a su mundo mágico y especial que consigue revivir. Como él mismo dijo: “De algún modo, en algún lugar, el arte en efecto expresa siempre los sentimientos de la infancia”.  
Leo Lionni murió en 1999 en su casa de la Toscana, en Italia con 89 años. Ya había recibido numerosos reconocimientos internacionales entre ellos:
El Lewis Carrol Shelf Award en 1962; el Premio Alemán de Literatura Infantil (libro ilustrado) por su obra Nadarín en 1965; Manzana de Oro de la Bienal de Ilustraciones de Bratislava en 1967 por Frederick, y cuatro veces ganador del Caldecott Honor Book; con Pulgada a Pulgada en 1961, Nadarín en 1964, Frederick en 1968 y Alejandro y el ratón a cuerda en 1970. En 1984 es otorgada a Lionni la Medalla de Oro del Instituto Norteamericano de Artes Gráficas.
En 1988 Lionni publicó su autobiografía, inédita en español. Unas memorias en las que además de sus cualidades como artista, diseñador y creador de libros para niños, muestra una vez más  su talento como escritor.
Leo Lionni es autor e ilustrador de muchas historias y en nuestro idioma encontramos muchos libros. Entre ellos:
“Nadarín”, “Frederick”, “¡Prohibido a los gatos! El año del ratón”, “El sueño de Matías”, “Pulgada a pulgada”, “Una piedra extraordinaria”, “Alejandro y el ratón a cuerda”, “La casa más grande del mundo”,”Un pez es un pez”, “El ratón Colaverde”, “Tico y las alas doradas”, “Teodoro y el hongo parlante”, “Tili y el muro”, “Su propio color” y la serie de cuatro libritos “¿Cuándo?”,” ¿Dónde?,” “¿Qué es? “¿Quién es?”


La edad en la  que me baso para realizar este análisis se encuentra en 3 años.
 FORMATO. De pastas duras, el libro de “Pequeño Azul y Pequeño Amarillo” se muestra ante los ojos de los niños con una portada en la que se introduce el uso del collage en una síntesis revolucionaria de diseño, texto e ilustración muy atractiva y que  invita a los pequeños de estas edades a disfrutarlo una y otra vez.
 Este libro convirtió a su autor en uno de los pioneros del álbum ilustrado. Los personajes de la historia son colores, y con pedacitos de color sobre fondo blanco es el modo en el que el autor decide representarlos. Con una economía sorprendente de elementos el autor compone cada página de manera tal que los sentidos se expanden para el pequeño en diversas posibilidades. Así, para presentarnos al protagonista basta y sobra con decirnos: “Este es Pequeño Azul”, en una hoja blanca con un trozo de papel azul en el medio. Las formas siempre son irregulares cuando se trata de los niños/colores, sus familias y el juego.
Pero cuando Lionni nos muestra a los colores en la escuela “tranquilos y atentos” significativamente el espacio donde se ordenan por única vez en fila es un rectángulo negro de límites regulares. Basta el cambio del fondo de la hoja (por lo general blanco) hacia el negro y el rojo para dar cuenta de la ansiedad de Pequeño Azul durante la búsqueda de su amigo. En cuatro páginas consecutivas observamos “en cámara lenta” el encuentro entre los dos pequeños colores, un azul que se acerca desde “fuera” del corte de la hoja, y comienza a fundirse con el amarillo hasta formar un solo color: el verde. La combinación de dos o más colores produce nuevos colores, y esta realidad material del mundo gráfico al cruzarse con la historia de los personajes, se transforma en una metáfora bellísima y original tanto a nivel de la narración como de su manifestación visual.
Así las ilustraciones que ofrece el libro nos ayudan a anclar la comprensión de la lectura en la información gráfica gracias a la técnica del libro-álbum. Este aspecto constituye una necesidad en los primeros años. Por eso me parece ideal para niños de 3 años.  Con la mediación de un lector adulto, el niño  descubrirá la relación entre el lenguaje visual y el verbal. Más tarde cuando esté solo y pase las páginas una y otra vez, las ilustraciones articularán su primer monólogo interior consciente. Sin saberlo, aprenderá acerca del principio y del fin, la causa y el efecto, y la secuencia.
En cuanto a la tipografía del cuento se presenta  con poco texto para ser leído por un adulto. Las palabras o frases breves acompañan a la ilustración y motivan al niño a percibir la relación entre palabras  e imágenes. Existe una interrelación de código, esto es que las ilustraciones y el texto forman una unidad sígnica y conceptual.
EL TEMA. En “Pequeño Azul y Pequeño Amarillo” los colores actúan como personajes antropomórficos, son niños que viven con sus padres, que juegan, que van a la escuela y también sufren y lloran; sin embargo lo que les sucede tiene que ver con su propia naturaleza, la de ser colores. La combinación de dos o más colores produce nuevos colores y esto constituye un juego visual de gran atractivo para los pequeños. Teniendo en cuenta que a partir de los dos años el niño comienza a construir los símbolos y tiene una inclinación por la interpretación “mágica” de la realidad Lionni responde totalmente  a las características del momento evolutivo en que se encuentran ( en este caso mi análisis es para 3 años). Si a esto le unimos que el tema que desarrolla es monográfico y realista a la vez que desarrolla pequeñas anécdotas correspondientes a experiencias vividas, el resultado que encontramos es una obra de arte con una comprensión intuitiva de la esencia de las cosas y de los acontecimientos. El afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con la relación y que se da en diferentes etapas de la vida se muestra en el libro haciendo del abrazo la principal demostración de afecto y ternura con una energía poderosa que afecta positivamente a todas las personas involucradas tanto a pequeños como a mayores (abrazo entre padres, niños,  padres-hijos). Otros temas secundarios tratados son la familia, las relaciones adulto-niño, las relaciones sociales y el juego. Todos ellos de gran importancia en el desarrollo integral del niño y en la evolución armónica de su personalidad, en la que la parte emocional y social juega uno de los aspectos más importantes en la vida.
ESTRUCTURA.  Leo Lionni nos presenta en su cuento literario una narración con estructura lineal (planteamiento, nudo y desenlace) sencilla y muy apropiada para los más pequeños. Así comienza con el protagonista pequeño Azul, su familia, sus amigos y destaca a pequeño Amarillo. Nos cuenta sus juegos favoritos, sus rutinas y a continuación desarrolla el nudo de la historia buscando a su mejor amigo perdido y fundiéndose en un gran abrazo cuando lo encuentra que les cambia su color original. La vuelta a casa resulta ser un poco desastrosa ya que sus padres no los reconocen debido al cambio producido en sus colores. El llanto hace que vuelvan a recobrar su identidad (colores originales) y el desenlace nos muestra unas familias  muy contentas celebrando la riqueza de la diversidad y el  tener de nuevo a sus hijos a su lado.
EL PROTAGONISTA.  Pequeño Azul representa de manera simbólica a un niño que “vive” el día a día disfrutando de las pequeñas cosas y viviendo de manera muy intensa todo lo relacionado con lo emocional y social. Vive en su casa con mamá y papá Azul, tiene muchos amigos, uno muy especial (pequeño Amarillo). Pequeño azul  va al colegio, le gusta jugar a la escondite, al corro de la patata, a correr, a saltar, a subir montañas, ir al parque …Se expresa abrazando para compartir, para mostrar alegría…. llorando cuando está triste. En definitiva, hace cosas de niño, siente como niño, habla como niño, busca soluciones como niño….Es muy fácil para los lectores identificarse con él. No es en ningún momento un personaje plano transmite constantemente emociones, movimiento, relación  y acción aspectos fundamentales en 3 años. El personaje de pequeño Azul además desarrolla el concepto de identidad individual que ya empieza a estar presente a partir de los 3 años. La conciencia de la existencia de sí mismo como sujeto independiente de los otros. A partir de esta edad tienen que enriquecer esta primera imagen de sí mismo con características y atributos que sirvan para definirse a uno mismo como persona con entidad y características propias, diferenciada de los demás. En este caso una de las características de su identidad es su color azul que cambia a verde cuando abraza a su amigo, y que vuelve de nuevo a recuperar después de llorar.
A nivel cognitivo cabe destacar el pensamiento preoperacional en esta etapa. La interacción social y el lenguaje contribuyen a un cambio que se manifiesta en el cuento en doble sentido. Así Leo Lionni en primer lugar ordena y relaciona sus representaciones más en consonancia con la naturaleza conceptual del lenguaje (pequeño Azul y pequeño Amarillo); y en segundo lugar, comienza a reorganizar sus representaciones para dar paso a la relatividad y pluralidad de los puntos de vista que les  impone su interacción social (cambio de color en el abrazo, en la relación, verde).
Dentro de las características del pensamiento preoperacional cabe destacar el fenómeno de Irreversibilidad ya que en el período preoperacional sólo existe en el niño el pensamiento en un solo sentido, va de A a B, pero no a la inversa. Me planteo este punto en el momento en el que pequeño Azul y pequeño Amarillo se abrazan y se convierten en verdes. ¿Entienden realmente los niños de esta edad que después de llorar los pequeños Azul y Amarillo vuelven a su color original?
LOS DEMÁS PERSONAJES. Lionni  introduce en “Pequeño Azul y Pequeño Amarillo” el concepto de sociabilidad como proceso de interacción llevado a cabo entre el sujeto y el entorno a través del resto de los personajes que aparecen;  mama y  papa (su familia) amigos del colegio, Pequeño Amarillo  y sus padres….
La familia y la escuela, son agentes esenciales en el proceso de sociabilización , ya que a través de ellos se darán múltiples procesos de aprendizaje, tales como adquisición de modos de comunicación, reglas de conducta, interiorización de valores, etc…Desde el punto de vista evolutivo, a los 3  años se va incrementando la sociabilidad en el niño y es especialmente a través de la conducta de juego como puede apreciarse esta evolución, con el juego asociativo, la integración del niño en juegos de grupos... Pequeño Azul muestra su preferencia por ellos en la presentación del cuento y en la narración se transmite el disfrute con estos juegos a través de los dibujos y de la acción.
El rol de la familia constituye un contexto de socialización especialmente relevante para el niño, puesto que durante muchos años es el único y/o principal en el que crece, además actúa como llave o filtro que selecciona la apertura del niño a otros contextos: son los padres los que en el libro infantil de Leo Lionni  deciden ir a la casa de su amigo Amarillo, es decir posibilitan los contactos sociales del niño con personas ajenas a la familia.  Fuente de seguridad en el niño proporcionan las bases para el desarrollo de una adecuada autoestima tan importante en la vida emocional y social de las personas.
 
VALORES Y CONTRAVALORES. “Pequeño Azul y Pequeño Amarillo”. Es una metáfora sobre el valor de la relación como afecto personal puro y desinteresado compartido con otra persona que nace y se fortalece poco a poco ofreciéndonos todo tipo de emociones intensas (ternura, alegría, tristeza…) Es el placer de compartir con… sentir con…. Lo esencial en el ser humano.

EL LENGUAJE Y EL USO DE LA LENGUA.  
El libro se presenta con un lenguaje claro y  unas estructuras morfosintácticas  sencillas. Estructurado con una presentación de personajes, un planteamiento de acciones y un desenlace adecuado a los lectores. Con frases breves que acompañan a la ilustración para ser leído por un adulto y que ayudan a percibir la relación entre palabras e imágenes para los niños. El estilo personal del autor a través del álbum ilustrado permite al niño organizar y estructurar su fantasía, y por tanto organizar su mente. Creando así un efecto global de armonía y sencillez irresistible en las primeras etapas.
CONCLUSIÓN.  Pienso que es ideal para utilizarlo en clase. Enamora a nivel visual con su técnica de libro-álbum, sus personajes antropomórficos, su contenido y sobre todo su emoción, la ternura que se respira entre los personajes con su abrazo de encuentro, sus llantos, la recuperación de su identidad. Realmente está vivo. A partir de 3 años nos sirve para comentar todos juntos acerca de  como expresamos nuestro cariño hacia las personas, sobre la relación entre los mayores (maestra, mama, papa) y los niños. Sobre cómo nos gusta jugar más, solitos o con otros niños….
En cuánto a los aprendizajes prácticos es importante recordar que nos encontramos hablando de un gran clásico en literatura infantil elevado a la categoría de obra de arte y por lo tanto constituye una experiencia artística y una identificación afectiva con personajes y acciones que, nos aportará enseñanzas y descubrimientos sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea. Podemos aprovechar el momento de simbolización en el que se encuentran los niños de 3 años y hacer una adaptación del cuento convirtiendo los pequeños colores de Leo Lionni en niños de verdad con nombres concretos. 
 FUENTES.
Carranza, Marcela.Informe sobre Leo Lionni en web Imaginaria.com.ar
Revista web Babar: revistababar.com
Revista web Kalandraka: kalandraka.com 
BIBLIOGRAFÍA.
Palacios, Marchesi, Coll. Desarrollo psicológico y educación. 1. Psicología educativa. Alianza Editorial. Madrid 1990.
Palau Valls, E. Aspectos básicos del desarrollo infantil. La etapa de 0 a 6 años. Ediciones CEAC. Barcelona 2001.
Rubio, R. Psicología del desarrollo. Ed. CCS. Madrid 1992.