La
hora del cuento en clase para mí comenzó siendo un “poco desastre”, y es que…. ¡No llevaba ningún cuento preparado!. Cuando ya pensaba que todo estaba
perdido apareció el “hada de los cuentos”
con una camiseta de la verdadera historia de “Eduardo Manostijeras” y un enorme bolso repleto de cuentos
maravillosos de todas las formas y tamaños. Cuando me acerqué a ella escogió
uno y me lo dió. Leí el título, la miré y ella, con voz dulce y firme a la vez,
me dijo que confiara en el cuento que me había dado. Se titulaba: “El León que
no sabía escribir” su autor Martín Battschéit en Lóguez Ediciones.
Me
senté junto a mis dos compañeras de grupo Inés Carballo y Johanna Mendoza
Mendoza y me dispuse a meterme en la historia.
“El
León que no sabía escribir” es un cuento con ilustraciones coloridas, bien definidas y
sin mucho detalle, las imágenes son muy adecuadas para “contar”, para narrar y describir
apoyándose en los personajes, con un tamaño suficiente como para que puedan verlas
todos los niños en clase con una distribución en corro sobre la alfombra y la maestra en una silla algo más elevada, para enseñar el libro girándolo para que
todos puedan verlo.
Emocionalmente
nos acerca al mundo de la “imagen corporal” (vivencia que uno tiene de sí mismo),
el miedo al rechazo, la tolerancia a la frustración y el amor por encima de
todo. Además trata el tema de la lecto-escritura, ese código secreto que nos
abre las puertas de mundos maravillosos, con palabras vivas que dan nombre a
objetos y sentimientos. Ese código que supone un reto personal y que conlleva
también unos “codigos cognitivos” como la atención, memoría, decodificación, abstracción,
motivación y que si contamos con unas bases emocionales seguras nos facilitarán mucho el proceso.
Después
de analizar todos estos aspectos, de las
técnicas estudiadas decidí utilizar la técnica de narración con libro
para niños de 4 años. Teniendo en cuenta que esta actividad enmarcada en un
aula de Educación Infantil, estaría dentro de la Programación con un horario
delimitado, un clima apropiado y con el objetivo principal de descubrir el
placer de escuchar cuentos.
Cuando
comencé la narración en la actividad que
realizamos en clase junto a mis dos compañeras Inés y Johanna primero presenté
el cuento enseñando la portada y el título. A continuación hice algunas
preguntas relacionadas con los leones: “¿Habéis visto alguna vez un león?
¿Dónde viven los leones? ¿Qué comen? ¿Tienen todos los leones melena?”.”¡Mirad,
chicos! éste es un león que no sabía escribir. ¿Qué le pasará? ¿Vosotros sabéis
escribir? ¿Y leer? ¿Os gusta? ¿Para que
sirve leer y escribir? ¿Habéis escrito alguna vez una carta? ….. “ Vamos a ver que le pasó a este león”.
Esta interactuación la utilicé durante la narración del cuento ya que me
ayudó a mantener la atención y a
comprobar la comprensión de lo que iba contando.
En
el desarrollo tuve en cuenta hablar despacio y vocalizando. La recreación de la historia a través de las
ilustraciones, apoyándome en los personajes y asegurando que mis compañeras se
fijaban en los detalles. Intenté transmitir la historia con mis propias
palabras pero en ocasiones tuve que leer algo ya que no había ensayado
anteriormente.
La
entonación utilizada fue cálida pero en los momentos en los que el león se enfadaba
se rompía ya que así lo requería la historia. Mantener el contacto visual fue
fácil ya que sólo eran dos, imagino una clase de infantil repleta de ojitos chispeantes y me gusta más todavía.
Una
vez terminada la narración hice algunas preguntas relacionadas con la enseñanza
subyacente del cuento: ¿Cómo nos sentimos nosotros cuando no sabemos hacer
algo? (Contentos/ tristes, tranquilos, enfadados, asustados, curiosos….) ¿Qué
hacemos cuando no sabemos hacer algo? ¿Pedimos ayuda para que nos lo
hagan? ¿Pedimos ayuda para aprender
nosotros a hacerlo? ¿Qué es lo que más nos ha gustado del cuento? ¿Qué es lo
que menos nos ha gustado?
AUTOEVALUACIÓN.
- Pienso que es fundamental llevar preparada la actividad, ensayar antes de contar el cuento te prepara dándote fluidez y seguridad. En ocasiones tuve que leer algo del texto y esto hizo que perdiera espontaneidad e interrelación con mis compañeras.
- Me faltó añadir una fórmula para empezar y terminar el cuento, imprescindible en este momento mágico. Para empezar: El sol salió y el cuento empezó. Y para terminar: El sol se escondió y el cuento acabó. Podemos jugar con el sol y la luna dependiendo del momento en el que contemos el cuento. Y así si estamos de campamento y es de noche: La luna salió y el cuento empezó, y para terminar la luna se escondió y el cuento acabó.
- Equilibrio en la expresividad y hablar despacio, ya que a veces me acelero y expreso demasiado.
EVALUACIÓN
DE MIS COMPAÑERAS.
A
Inés y Johanna les gustó la narración con imágenes del cuento. Entre los
aspectos a mejorar destacaron:
- Como el cuento es de animales hubiera sido interesante el uso de alguna onomatopeya, ya que constituyen un maravilloso recurso expresivo a la hora de contar cuentos.
- También como aportación me comentaron que cuando el león se enfada como siempre grita la misma frase que fueran los niños la que la dijeran en vez de cambiar yo la voz ya que así los espectadores se acercan al cuento muchísimo más.
- El uso de alguna pausa misteriosa. Casi al final del cuento cuando aparece la leona.
EVALUACIÓN
DE LA ACTIVIDAD REALIZADA EN CLASE.
Me
parece una actividad de aula muy enriquecedora a todos los niveles. Ayudar a
los niños a descubrir el placer de escuchar cuentos requiere de “un saber
hacer” por nuestra parte. Con una habilidad para seleccionar y presentar los
textos oralmente con una técnica adecuada, partiendo siempre de la premisa de
no convertir este momento íntimo en una ocasión más para “enseñar”. El ponernos
en situación y hacerlo con nuestras compañeras nos ayuda a analizar todo lo imprescindible a tener en
cuenta, todo lo mejorable, lo que fluye
en nosotros sin dificultad. Y sobre todo una oportunidad para disfrutar de
otros cuentos y otras formas de transmitir. Muchas gracias al hada de los
cuentos por tener estos momentos. Mágica conexión entre el mensaje del
“León que no sabía escribir” y la camiseta del hada de Eduardo
Manostijeras ya que en los dos se transmite el mismo mensaje: “No tengas miedo.
Sólo sé tu mismo”.
Bibliografía:
- Apuntes de la asignatura de Literatura Infantil.
Bibliografía:
- Apuntes de la asignatura de Literatura Infantil.